viernes, 20 de mayo de 2016

Las máquinas en turismo


Viendo que el efecto 2000 no nos rompió los ordenadores ni los microondas, nos pusimos como locos a comprar teléfonos móviles, modernizar todo lo posible en casa, más tarde adquirimos tablets, i-pods, e-books, portátiles, de todo lo que funcione solo y con batería, para poder sacarlo de casa, o tumbarnos en el sofá con algo entre las manos que no implique casi ni pensar.

Pero la tecnología es… regular na más. Ya se vio con el desarrollo industrial, ¡una máquina que trabaja como diez hombres! Qué maravilla, qué gustazo, qué comodidad… Que me sobran entonces diez hombres, diez sueldos menos. Qué maravilla, qué gustazo, qué comodidad…

Y en eso seguimos, ahora ya no es una máquina que trabaja como diez hombres, es que ya lo hacen todo. Sí, todo, y cada vez lo vemos más a menudo y no nos ponemos nerviosos. El estanco una máquina en el bar; el cocinero un robot de cocina; las agencias de viaje una app en el teléfono; cada vez más máquinas, cada vez menos humanos. Llamas por teléfono a una empresa, sale una máquina que te pide que marques números. Mañana sales a la carretera y ves coches sin conductor, llegas al hotel y te atiende un dinosaurio con traje de botones, vas al bar y hay un robot que te pone las cañas con acento a elegir.

El turismo es el sector que más está acogiendo/sufriendo/aprovechando esta situación. En abril se realizó la I edición del Spain Tourism Tech Week, que reunió en San Francisco pymes españolas desarrolladoras de tecnología para el sector turístico, con la intención de poner en marcha el entorno tecnológico más dinámico del mundo, con iniciativa formativa y comercial.

El sector dominante en la actividad comercial en la web es el turismo, con agencias de viajes, operadores y apps que hacen casi el 21% del volumen de negocio. Transporte aéreo y prendas de vestir completan el podio, con unos lejanos 13 y 6% de volumen respectivamente. Este dominio e importancia, hace que sufra un riesgo muy alto de robotizarse. Ahora bien, ¿es la robótica un entretenimiento o puede llegar a ser un sustituto del empleado? Incluso se plantea otra cuestión: ¿puede generar más puestos de trabajo?

Hay tantas opiniones como personas, obviamente. Los que temen, sólo lo ven como sustitutos, los que no, los ven como una mejora en sus establecimientos. Pongamos un ejemplo claro y conocido: Mario. Por el nombre ni yo sé quién es. Pues Mario es el robot del hotel belga que realiza varias funciones en varios departamentos. Al hablar 19 idiomas lo hace perfecto para recepción, pero es que en los banquetes y reuniones, sirve como lector automático de presentaciones, o similares. De forma que sobran recepcionistas y ayudantes de sala. ¡Pero sorpresa! Resulta que es tan bueno, que el hotel es un éxito y necesitan contratar más empleados para “ayudar” a Mario en los servicios que no él (por ahora) no presta. Como jefe de recepción o cocina. Por cierto, ha logrado el título de «primer humanoide en un hotel europeo». Mario constituye la prueba de que el turismo corre un riesgo de automatización del 86,7%.

«Todavía estamos explorando las posibilidades de la tecnología, cada día descubrimos algo nuevo, esto es sólo el principio de la introducción de los robots en el sector», según el director general del Ghent Marriott Hotel, Roger Langhout, durante una de las conferencias celebradas en ITB Berlín este mismo año.

Por otro lado, siguiendo el hilo de la tecnología, el presidente de la Asociación Española de Expertos Científicos en Turismo, Eduardo Parra declara que el gran desafío del sector será adaptarse a la transformación digital y a la tecnología. “Todo lo relacionado con el concepto smart, es decir, lo que nos permite estar muy conectados tecnológicamente, será una de las grandes claves. En los próximos años la búsqueda de soluciones rápidas será fundamental”, advierte.

Las gafas de realidad virtual son claro ejemplo. Ya mismo existe la opción de ver otros países y horizontes nuevos a través de estos aparatos. ¿Hacia dónde vamos? Va a llegar un día en que los hoteles, restaurantes y espacios turísticos estarán llenos de robots con cámaras de vídeo que retransmitirán en riguroso directo todo lo que les rodea para que lo podamos ver tumbados en casa, tan tranquilos. Y si nos parece aburrido, pues ni mandamos el robot de turismo. Ponemos las gafas en modo histórico y nos rodeamos de cavernícolas de la era paleolítica para hacer togloturismo en casa.

Lo que habrá que ver…
 

jueves, 12 de mayo de 2016

Nuestros peores enemigos, listos y corruptos

Que no nos engañen más, sólo pedimos eso. Esto no puede seguir así, no es viable que los políticos de turno nos digan que no gastemos, que debemos ahorrar más y que paguemos más impuestos. Bueno, viable es, porque lo permitimos, pero es que viendo lo que hacen ellos con nuestros esfuerzos es para ir a donde estén (iba a poner a sus puestos de trabajo, pero lo mismo los pillamos vacíos) y exigir explicaciones. Nos aprietan cada vez más pero diciendo que no, que no es su culpa, que es la economía, los mercados, la Merkel, un intervalo necesario entre dos buenas épocas, la vivida y la que está por venir, que estamos a un paso. Que no queda nada, que un esfuerzo más. No salgas a viajar tan lejos, quédate en una casa rural. O un hotelito baratito. Si es posible no evites gastar, pero gasta poco, que luego no hay para pagar impuestos y eso no está bien. Hay que gastar porque sin gasto, no hay nada que trincar. Porque no me diréis que estáis pensando que el que venga después no va a hacer lo mismo. Igual que lo hizo el de ayer, lo hará el de mañana. No conozco país sin corrupción. España es un gran país. Estamos en la Champion League de la corrupción. A nivel global, generalizado y tan extendido que nadie se asusta. Calcula cuántos días al año no hay alguna imputación o escándalo financiero. Con los dedos de la mano de un manco los puedes contar. Todos, todos, todos, están en el ajo. Por eso nadie dice nada. ¡El día que alguien tire de la manta, resultará que hasta yo tengo dineros en Panamá! Esa es otra, Panamá… Los que saben de esto predicen dos años de bonanzas gracias al turismo. Así que seguro (segurísimo) que el ministro destinado al turismo, el Sr. Soria, estará súper concentrado en aprovechar al máximo el tiempo que le pueda quedar (me da igual si cuatro días o cuatro años) para elaborar planes y medidas para que en esta época de vacas gordas se utilice para renovar la oferta turística e internacionalizar las empresas. Se prevé que la temporada 2016 marque un nuevo récord en visitas de turistas extranjeros. Desgraciadamente, se han de tener en cuenta los problemas que afectan al resto de países africanos del Mediterráneo con los que competimos en turismo. Sus problemas se convierten en nuestras oportunidades. Habrá que saber aprovecharlas, puesto que se espera superar los 70millones de turistas extranjeros este año, y eso son muchos cuartos. Supongo que los que mandan ya se habrán dado cuenta y estarán en sus despachos frotándose las manos. Sería el mejor momento para aprovechar la liquidez y la demanda para que administración pública y empresarios se pongan de acuerdo y expriman destinos turísticos a través de renovarlos en vez de sacar el máximo dinero posible para fines personales. ¿Seremos capaces entre todos de hacer algo bien aunque sea sólo una vez? No sé quién lo dijo, pero es bien conocida la frase “nuestros peores enemigos aquí no son los ignorantes y los sencillos, aunque crueles; nuestros peores enemigos son los inteligentes y los corruptos.” Y aquí no diría yo que inteligentes, pero corruptos, a patadas. A patadas hay y a patadas habría que tratarlos.

miércoles, 4 de mayo de 2016

El turismo gay es guay

Seguro que me meto en líos porque esto está sembrado de tópicos, pero al lío, el turismo gay es guay. Sí, guay, no porque el Pink Money sea mejor que otro, sino porque es dinero. Es que nos hartamos a decir que sí, que queremos turismo y divisas y que nuestros hijos, familiares y amigos trabajen, pero no de cualquier manera. Eso está claro, no tenemos que humillarnos por un plato de comida, pero es que esto no es humillación. Es agradar al público y ofrecer nuestros mejores rincones y actividades para que se sientan felices, para que estén a gusto y puedan disfrutar de nuestra ciudad, pueblo o aldea. De nosotros, con nosotros. Pero no porque sean así o asá. Sino porque son personas que vienen a vernos porque están interesadas en nuestro ambiente. Y nunca mejor dicho. El establecimiento gay friendly no es que se suba a la ola de la moda. Tampoco ha de ser obligatoriamente regido por alguien de la comunidad LGBT. El establecimiento que se postula como gay friendly, tiene algo más que ofrecer que una bandera multicolor en la puerta. Ofrece un lugar de amplia aceptación social. Que no es poco. Estos establecimientos son todos. El turismo se ha volcado con esta comunidad y hace de todo para que se sientan atraídos y felices (evitando la palabra integrados, por razones obvias). Hay incontables empresas dedicadas casi en exclusiva para tales fines, agencias de viaje, hoteles, cruceros, bares, clubes, hasta aerolíneas crean programas exclusivos para el sector. Todos con campañas de publicidad dirigidas específicamente al público homosexual, creando nuevas líneas de mercado y abriendo nuevas oportunidades.
 
Se han creado nuevas formas de atracción a través de nuevas actividades, nuevas festividades, que atraen, y de qué manera, al turismo homosexual. Conciertos, conferencias, marchas, desfiles, festivales, eventos en definitiva, que han surgido para satisfacer a un nuevo perfil de demandante.
 
Tal vez hasta se sobrepase el límite, pues se han creado los Gay Games y los World Outgames, entre otros. De esta forma, imagino, pueden declarar su sexualidad abiertamente y vivir amando al deporte sin consecuencias mayores. Porque desgraciadamente, un deportista de élite (digo de élite porque tiene más repercusión mundial) no se siente aún apoyado por la sociedad como para publicar su homosexualidad. Aún hay que seguir peleando para que estas actividades no sean excluyentes. Ni para unos, ni para otros.
 
Si miramos los destinos favoritos o los principales destinos gay del mundo, nos llevamos una sorpresa. Son ciudades tan raras para hacer turismo como Nueva York, Berlín, Barcelona, Mykonos, Río de Janeiro, Venecia… Pues claro que son las ciudades elegidas, como para cualquier persona. Porque el gusto a las cosas bonitas, en el fondo, es el mismo para todos. Es cierto que estas grandes ciudades turísticas están más que acostumbradas a recibir público de lo más variopinto, así que aceptan a cualquiera que quiera ir a pasarlo bien, a conocer nuevas culturas o simplemente a ver nuevos horizontes. Esa apertura de mente es la que hace que decidan ir a estos destinos abiertos en relación a la orientación sexual o identidad de género; se sienten más seguros. Sí, seguros, porque hay tantos lugares donde no se acepta la diversidad, que surgen problemas de discriminación sexual, al igual que la racial o la religiosa.
 
Este público, a la larga podría conseguir lo que todos deseamos, la desestacionalización del sector. Grandes eventos a lo largo de todo el año. Además de lo que significaría en términos económicos y en puestos de trabajo directos e indirectos. Tal vez sea esa la razón de la aprobación de las bodas gay, para hacer caja en banquetes, celebraciones, despedidas, salas de fiesta, tiendas de ropa, agencias de viaje, y mil negocios más que rodean a este servicio. Pero claro, no creo que ningún político pensara que esto pudiera ser bueno para la sociedad en general y para la economía en particular. No, no puede ser, será una simple coincidencia. Pensar en el bien común, que iluso.

viernes, 29 de abril de 2016

España es la bomba

Tranquilos, ya he descubierto el pastel. No es que el país esté en recesión, o crisis, o como quiera que toque este mes llamarse a este despropósito en el que nos hemos metido nosotros solos. Sí, nosotros solos, que aquí nadie dijo: “no, no me den comisiones de aquella manera, que me cargo el país”. El que no cobraba en sobres, lo hacía en jamones o trajes. Y el pobre tonto que no podía pescar nada, pues se llevaba grapas, folios o bolis del curro, pero algo hay que pillar. Y es que después de tanto tiempo, ya sé lo que pasa… ¡NOS QUIEREN ECHAR DEL PAÍS!

Sí, así es, ni más ni menos. Es que este país no tiene problema ninguno, todo lo contrario. España es genial, es la bomba. Y ahí fuera se han dado cuenta y nos la quieren quitar. No hablo de extremistas islámicos ni de refugiados, sino de los malos, de los blanquitos regorditos que vienen de Alemania y el Reino Unido. Esos son los que nos quieren echar. Vinieron con el boom turístico y se han dado cuenta de que aquí se vive bien, que aquí se vive de perlas. Así que empezaron poco a poco y ahora ya son casi los dueños del país.

Empezaron con Ibiza, Marbella, las grandes capitales, pero no tardarán en irse a la casa rural más escondida de España para poner su bandera. Mientras puedan venir, pagar mucho por los viajes (divisas que vuelven a su país, porque empresas españolas, pocas) y pagar poco a los trabajadores, de forma que nos tengamos que ir fuera para vivir. De esa forma, tienen más espacio para venirse ellos.

El turista siempre hace lo mismo, son actividades rutinarias porque vienen para quedarse. Quieren sentir lo que sería vivir aquí toda la vida. Y les gusta, les gusta mucho. Los grandes viajeros del s.XIX han desaparecido. Ahora lo que prima es ir a un apartamento bien cómodo, con buena gastronomía en la zona, fiesta a cualquier hora, buen tiempo y buena vida. Nada de explorar mundo, eso ya no se lleva. Ya no hay mundo por explorar, y menos para un oficinista de Manchester que lo único que quiere es largarse de su país, que es un rollo, para venirse a España, que es la caña.

Y es que la masificación del turismo que sufrimos aquí es incomparable. Y los modales de los visitantes, también son incomparables, y también los sufrimos.

El turoperador alemán TUI Group, publica una oferta de una semana en Baleares, por menos de 400€, todo incluido, cosa que no entiendo, porque a mí me sale más caro vivir en mi casa. El gancho para esta oferta es “Para divertirse hasta que venga el médico” (turismo médico, esa es otra historia). Y es que las agencias de viaje cada vez venden más las experiencias que se pueden disfrutar según qué destino. Siempre lo más típico, lo más alegre o apasionante, lo mejor de lo mejor. De esta forma, otro gancho bueno de la compañía es: “Música alta, jarras de cerveza llenas y mucho sol”. Muy bien. Ese es el espíritu. Y al que no le guste, que se vaya del país. Y vaya si lo hacemos.

Y no solo en Magaluf o Gandía, las visitas crean empleo, nuevos establecimientos, nuevos servicios, nada más que el sector del turismo tiene un impacto económico para Madrid de 6.000 millones de euros. Dónde se queda todo ese dinero no lo sé. Hay que alumbrar, limpiar y acondicionar las calles, claro, pero digo yo que para algo más dará ese dinero. Hay que ordenar el sector. El turismo es el principal motor económico y de creación de empleo de España. Pero no veo a camareros, recepcionistas, guías locales, nadar en la abundancia. Ni mucho menos. Contratos precarios, sueldos miserables en negro, yo no le veo ninguna ventaja a saber idiomas y saber ser servicial al amo. Anunciada Fernández de Córdova, responsable de Turismo de la Comunidad de Madrid, ante los buenos datos económicos: “se prioriza un modelo sostenible que genere bienestar para aquellos que nos visitan y con una oferta de calidad en los diferentes sectores y segmentos turísticos: compras, ocio, deporte, gastronomía, naturaleza, idiomas, ferias y congresos”.

No me ha parecido leer en ningún momento que se vaya a hacer algo para el empleado. Se crea empleo, pero no el suficiente viendo la alta tasa de desempleo que continúa. Así que el principal motor económico español o no lo es tanto, o algo hacemos mal. Porque aquí sigue viendo gente, casi a la misma velocidad a la que nos vamos del país. Lo que hace que se tomen medidas absurdas como en Ibiza, que ¡se ha prohibido beber agua en la calle! Así evitan que se engañe a las autoridades competentes escondiendo bebidas alcohólicas en botellas aparentemente inofensivas.

Pero es lo que queremos. Que vengan y se gasten pasta, aunque no queremos que estén aquí ni veamos pasta por ningún lado.

jueves, 21 de abril de 2016

Todo esto va a explotar


¡Que viva el turismo! ¿Pero a cualquier coste?
Aquí en España todo es muy bonito, las playas están muy limpias, el monte muy aseado y los restaurantes y hoteles son perfectos.
Pero claro, todo esto se tiene que pagar. Y es caro. ¿De dónde podemos sacar pasta? Pues sencillo, del trabajador.
-          ¡Pero eso no está bien!
Pues vete del país (a Panamá, que está de moda entre los políticos).
Si pagamos menos trabajadores, menos seguros sociales, contratamos por tres horas semanales y trabajan 12 al día, podemos sacar esto adelante.
¡¿En serio?! ¿No hay otra manera?
Pues se ve que no, porque esto se lleva haciendo desde el Boom turístico de los 80´. Contratos de dos meses en verano, dos días en semana santa, una semana en navidades… Si lo sumas todo, hacen 6 meses de turismo para el empresario. Un mes de contrato de jornada completa para un empleado medio. Ya es que ni fijos discontinuos.
Eso sí, que el camarero sea guapo, eficaz, rápido pero sin correr, que sepa plancharte un huevo o freírte una corbata, que en un momento dado, se suba a la habitación del hotel y haga la cama y limpie el baño, con idiomas, que aquí viene gente de todos los países, que no se queje, no diga palabrotas, si es posible que no fume, así no se toma descansos, y que tenga familia e hipoteca, para asegurarnos de que no se va a ir si un día no le pago… Y que cobre poco, que no está la cosa para malgastar.
Así que a ponerse a estudiar inglés y alemán, o ruso y chino, que es súper importante que un camarero que cobra de 4 a 5€ la hora, sepa idiomas y tenga estudios…
Lo mejor sería poder contratar un robot para este trabajo, así no tenemos que preocuparnos de nada. Sólo estar pendientes de que no se le acabe la batería.
Este año (otro más) el turismo se define como “motor de la economía nacional”, con un incremento del 4´3% en relación al año pasado, superando la previsión de crecimiento para el 2016, situándolo en el 3´8% desde el 3´4% estimado en enero.
De esta forma, el turismo español encadena diez trimestres consecutivos de incrementos por encima del 3 %, liderando la recuperación del conjunto de la economía española, según la Alianza para la Excelencia Turística, Exceltur.
Y más datos positivos, generación de 89.000 afiliados más que marzo del 2015 en el sector turístico. Que me gustaría a mí ver esos contratos…
Para poder alojar y servir a los más de 18 millones de turistas que se estiman que visitarán el país en el segundo trimestre del año ¡superando los 17.000 millones de euros!
Al menos parece que alguien se da cuenta de que todo esto es impensable sin empleados, la diputada socialista María Jesús Serrano ha pedido en la Comisión de Industria, Energía y Turismo del Congreso de los Diputados que el Gobierno aborde la elaboración de una nueva estrategia que apuntale, e incluso mejore, el potencial turístico del país y que apueste por "el empleo de calidad".
"Como el resto de la economía española, el turismo también ha quedado sujeto a la precariedad que ha traído la reforma laboral del PP, esa máquina de convertir los empleos en contratos laborales de segunda y tercera categoría", ha asegurado la diputada socialista.
Del mismo modo, Serrano ha recordado que "la temporalidad en el sector turístico el año pasado rondaba el 35%, la mayor de los sectores económicos, y según el INE, la hostelería sigue siendo la actividad económica española con los salarios más bajos". Por todo ello, la diputada socialista ha insistido en que la importancia del sector turístico para la economía española sobrepasa lo anecdótico para convertirse "en un verdadero motor de desarrollo económico y de creación de empleo".
Tranquilo señor empresario, todo esto es un pataleo para quedar bien. No se preocupe y siga disfrutando de su vida, que ahora le traigo yo el café.

miércoles, 16 de marzo de 2016

Te doy la luna (o al menos, te acerco a ella)

Por si hay pocos sitios que visitar en la tierra, ahora se están proponiendo actividades turísticas más allá del globo. Paseos en la estratosfera, naves diseñadas para llevar pasajeros al espacio y traerlos de regreso al planeta, tras orbitar durante unos minutos disfrutando de la sensación de gravedad cero, antes de volver a bajar a tierra firme.

Y digo yo, no es que estos turistas sean astronautas, pero sí se podrían llamar cosmonautas, y estos cosmonautas pasan rigurosas pruebas físicas porque estos viajes son muy estresantes para cuerpo y mente, siempre nos han mostrado los exigentes exámenes médicos a los que se someten. Bien es cierto que la mayoría de las empresas están valorando hacer vuelos a 100km de altura (que no son pocos), límite en el que ponen la frontera con el espacio. Tal vez por eso nadie comenta nada sobre la necesidad de tener un físico acondicionado para tal aventura. Es probable también, que a esa altura y debido al corto período de tiempo, no sea necesario y por eso Stephen Hawkins será uno de los primeros que volarán en la nueva nave que Virgin está preparando para el turismo espacial. Sí, nueva, porque las dos anteriores no lograron pasar las pruebas de Death Proof, sobre todo la primera, que dejó a un copiloto allí arriba, aunque se debe a un error suyo, según publicaron…

Las empresas de turismo espacial emplean diseños de naves con alas, cohetes verticales y globos de gran altitud. Aunque las más importantes están diseñando naves para unos 6 pasajeros, con dos pilotos; como Virgin (Virgin Galactic es el programa más conocido del turismo espacial. Su primer viaje está planificado para principios del año 2017 y la empresa desea desarrollar una flota de seis aviones con capacidad para seis pasajeros cada una) y la de Blue Origin, del fundador de Amazon, cuyo objetivo es hacer viajes turísticos espaciales en 2018. "Todos, absolutamente todos, soñamos con ser astronautas o viajar al espacio cuando éramos chicos. Ahora podemos decir que ese futuro y esa ciencia ficción están al alcance de la mano. Saber que nosotros pudimos aportar nuestra ayuda para que eso sucediera, me hace sentir pleno. Es una aventura en el que uno trata de sentirse un niño nuevamente", según el CEO de Amazon y creador del proyecto, Jeff Bezos.

Hay más alternativas: Xcor Aeroespace está desarrollando un avión propulsado con el objetivo de hacer varios vuelos al día con un pasajero y un solo piloto. Por su parte, la que en principio es la más suave, es la alternativa de World View, que gracias a una especie de globo gigante con aterrizaje mediante un ala similar a la de un parapente gigante, hará que los turistas puedan subir a una altitud de 30km. Lo mejor es que no se sufrirán los síntomas habituales de presión del despegue de las aeronaves. Cada vez más empresas ofrecen servicios de viajes al espacio y, a pesar de los precios que rondan los cientos de miles de dólares, ya hay casos de reserva completa para los primeros años del lanzamiento.

En Virgin, según informó la propia compañía, los vuelos espaciales para todo el primer año de servicio están vendidos y ya hay un gran número de clientes que se quedaron fuera. Cientos de personas han hecho depósitos de 250.000 dólares para tener una oportunidad de volar al espacio con Virgin Galactic. La empresa Xcor aerospace dijo tener más de 350 clientes. El precio por reservar un asiento subió de 100.000 a 150.000 dólares el 1 de enero, pero la compañía no ha dado un plazo para el inicio de los vuelos.

Es probable que de todas, la más consolidada en este nuevo tipo de turismo, sea Space Adventures. Pero los precios por cualquiera de sus servicios extraterrestres son de varios millones de dólares. Cierto es que no se limitan a subir a 100km y bajar (que no es poco, repito), sino que ofrecen paseos espaciales, vuelos suborbitales, vuelos sin gravedad y lo más emocionante, el poder habitar varios días la Estación Espacial Internacional.

Hay más ideas y propuestas, muchas más, pero con estas nos hacemos una idea de lo que se nos viene encima. Se nos queda pequeño el planeta, habrá que ir haciendo las maletas con ropa espacial, que estará disponible en grandes almacenes y puntos de venta habituales a partir de ya.

miércoles, 9 de marzo de 2016

Cuando el turismo es un problema


Mientras que las pequeñas ciudades no saben qué hacer para atraer visitantes a sus calles, las grandes urbes no saben qué hacer para controlar tanto turista en sus aceras.

El turismo genera riqueza, o al menos, hace caja, eso está claro. Pero no solo genera dinero, también genera malestar en según qué circunstancias. A las ya conocidas fiestas de borrachera de turistas ingleses o a las colonias alemanas de la costa, se unen problemas que otros ya quisieran: ¡demasiada gente!

Y es que ciudades como Barcelona, Madrid o Sevilla tienen que pelear para ver quién se lleva los cuartos. Ya no es sorpresa ver mochileros, esos turistas que tanto daban de hablar en los 90 y la década pasada. Es lo que antes se llevaba. Es lo que ahora casi es obligatorio. A todos nos gusta ir un 5 estrellas todo pagado y con excursiones programadas para no tener ni que pensar dónde ir. Pero eso no es cool. Hay que ir y hacerlo todo lo más barato posible, para fardar con los amigos porque has sido más listo que el resto de los turistas. ¡Viendo la misma ciudad y por mitad de precio! Vaya suerte… Pero claro, esto tiene víctimas y consecuencias. ¿Víctimas? Los hoteles y pensiones de perfil bajo que se ven abandonadas porque los clientes van a habitaciones o viviendas de alquiler que no tienen regulación turística ninguna. Tal vez cuestan lo mismo, pero son mucho más cosmopolitas, quedan mucho mejor en una conversación. Yo mismo he utilizado este tipo de alquiler y es más divertido decir: “conocí al dueño de la casa, un holandés que era un encanto, con una chica alquilada en la habitación de al lado, que es de Australia”. Vaya anécdota. Mucho mejor que decir que el hotel era bonito, muy acogedor.

Pero tiene consecuencias. Viviendas concebidas para familias que se ven molestadas por el continuo trasiego de turistas entrando y saliendo a todas horas, ruido, malestar en general por una actividad comercial en una vivienda privada. Y no solo el malestar a la hora de la siesta, sino empobrecimiento del servicio, lo que hace que la visión general ciudad se vea influenciada, además de un aumento de movimiento de dinero que no se refleja en los impuestos, con lo que aunque entre dinero en una vivienda de alquiler, no hay nada destinado a la limpieza de las calles, adecuación del transporte urbano, etc. O incluso en planes turísticos.

Ahora que la Asociación Turismo de Madrid llevará a cabo el nuevo plan estratégico de turismo 2015-2019 (sí, 2015…), ven que para promocionar hace falta dinero, pero los hoteleros madrileños rechazan el posible impuesto al turismo en la capital que defendió recientemente el coordinador general del Ayuntamiento de Madrid. Un ambicioso plan que pretende que Madrid entre en el Top 5 de ciudades más visitadas de Europa, para lo cual, tendrá que pelear contra Londres, París, Berlín, Roma y Barcelona).

Promoción que no verían con muy buenos ojos en Barcelona, donde los ciudadanos están cada vez más hartos de las molestias derivadas del turismo. Los barceloneses consideran que el turismo es el cuarto problema más grave de la ciudad, por detrás del paro y las condiciones de trabajo, la inseguridad y la limpieza.

Los vecinos del Gótico, Barceloneta, Sant Pere, Santa Caterina y La Ribera, la Dreta del Eixample y la Antiga Esquerra del Eixample señalan la presencia turística como primera queja, algo lógico teniendo en cuenta que acogen las principales atracciones turísticas.

Como último ejemplo, en Andalucía ven claro que no pueden renunciar al control de miles de plazas turísticas.

La secretaria general de la Consejería de la Junta asegura que en un año "todo el mundo" verá las ventajas de la regularización

La Junta de Andalucía, aseguró ayer que todas las normativas que tocan temas "sensibles" generan al principio "reticencias y ciertas dudas", pero garantizó que de aquí a un año "todo el mundo verá las ventajas de tener un sector regulado".

Que los propietarios realicen una declaración responsable y se inscriban en el Registro de Turismo de la Junta- "beneficia a todos: al destino, al empresario que cumple con sus obligaciones legales y sin duda alguna la turista, porque va a representar mayor calidad y seguridad" en sus visitas a Andalucía.

Sólo el tiempo dirá cuál es el mejor método: sacar provisiones de los profesionales, prohibir los alegales o hacer que todos cumplan sus obligaciones. Por ahora parece que los andaluces tienen las de ganar…